El otro día mientras paseaba por delante de un precioso jardín lleno de rosas de colores, me quedé observando una de ellas y en ese momento mis guías aprovecharon para darme un mensaje.

Todo en esta vida tiene un precio, aunque nos hayan dicho que el Universo es abundante e ilimitado. En efecto lo es, pero para conseguir cualquier cosa, hay que pagar un precio, o un compromiso, como prefiero llamarlo.

La carta de ayer, hizo que muchos me preguntárais cómo podíais subir vuestro nivel energético. Así que he decidido colgar este artículo en el que de forma sencilla, os explicaré algunas de las más sencillas

Vamos a trabajar la sombra desde otro punto de vista. Si en el ejerc icio anterior utilizamos la Ley del Espejo. Hoy vamos a buscar en nosotros, nuestra SOMBRA LUMINOSA. Es decir, nuestros mayores dones y talentos, que se encuentran ocultos en nosotros.

La sombra es todo aquello que guardamos en nuestro inconsciente, tanto nuestros defectos, como nuestros verdaderos talentos. A mayor luz tiene una persona, mayor es su sombra porque así es como el Universo encuentra el equilibrio. Todos somos los dos polos, incluso los países, las sociedades y las empresas, tienen luz y sombra

Ayer el Arcángel Miguel me indicó que a partir de ahora debía eliminar de mi vocabulario por completo el verbo JUZGAR. Cuando estamos juzgando cometemos dos errores, por un lado, asumimos que hay una dualidad, que existen los opuestos, el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la belleza y la fealdad.

Cuando nos hablan de la palabra sombra, a todos nos viene a la mente la oscuridad, el mal, el peligro. Pero nuestra sombra no es eso. En realidad, en la sombra está todo aquello que forma parte de nosotros mismos y de lo que no somos conscientes.

Pero hay un cartel delante, Aunque yo creo que es el mismo de nuevo, Y estoy pensando en mi único amigo para encontrar mi camino a casa.

Esta noche, es para mí una noche muy especial y mágica. Recuerdo de niña haber pasado noches sin dormir y con tremendos nervios. De hecho, con unos 5 o 8 años, creí ver al rey Baltasar en mi propio salón. Sigo hoy creyendo en la magia que los Magos representan, pues no tengo duda de que existe en el mundo. La veo todos los días.